La piña y el desfiladero

Desparasitar a la extrema derecha

Las manifestaciones culturales de la ultraderecha norteamericana y española son muy diferentes. La primera tiene como referente la libertad. La segunda tiene a la monarquía, la Santa Inquisición o los gloriosos tiempos de Cortés. Los fachas americanos suelen ser tecnológicamente avanzados. Los españoles tiran más de plataformas web vetustas, fotos borrosas y nombres genéricos.

En USA estas plataformas suelen estar financiadas por hijos de multimillonarios, crowdfoundings lastimosos -a menudo destinados a pagar las demandas por difamación perdidas una y otra vez- y criptomafias. En España suelen estar financiadas por fundaciones ultracatólicas con retorcidos cuadros directivos vinculados a paraísos fiscales y apellidos muy largos de rancio abolengo. Pero hay una cosa que tienen en común: el tipo de publicidad con el que engañan a sus lectores. En todas ellas los anuncios son un desfile de productos magufos engañabobos. Si en los tiempos de gloria de la radio española muy española triunfaba la publicidad geriátrica de vitaminas y vigor sexual, ahora la cosa tiene más que ver con los movimientos antivacunas y el terror que les inspira el no ser suficientemente machos. Desparasitadores para caballos, extraños extractos de plantas que te "desvacunizan" y, especialmente, productos supervitaminantes y supermineralizantes enfocados al hombre muy hombre.

Tanto los señores mayores que oyen a Federico como los señores de todas las edades que leen estos panfletos tienen miedo a despertarse un día homosexuales y con la viruela del mono. Por eso usan poderosos pseudofármacos que curan las ondas homosexuales que emiten Pedro Sánchez y sus colegas narcomasones comunistas -¿o eran narcocomunistas judeomasones?-. A los fachaboletines españoles todavía no han llegado apenas los cripto timos, pero al tiempo. Que a los "emprendedores" patrios nunca les ha gustado mucho trabajar.

#fachas #política #rancio