La piña y el desfiladero

Feria y nostalgia

Leyendo en Neorrancios abundantemente sobre el libro de Ana Iris Simón, Feria, me pregunto una vez más si merecerá la pena leerse el libro que ha activado en España la tensión entre rojipardos y progres woke. La pereza que me produce es terrible. Primero porque la enorme cantidad de fragmentos citados que he leído me parecen escritos por un niño de catorce o quince años. Segundo, porque he leído una gran cantidad de artículos de Simón que me dan profundo asco.

Pero quizás la razón determinante es el profundo desagrado con el que acojo últimamente la nostalgia. Yo era de siempre un niño, adolescente y joven nostálgico y a ratos melancólico. Hasta con once años un olor que me recordase a los nueve me sumía en ánimo taciturno durante días. Pero ahora, no sé si por la edad o por tener hijos, la nostalgia me desagrada a nivel sentimental, me molesta a nivel cultural y me repugna profundamente a nivel ideológico. Y estos niñatos queriendo volver al pueblo me enferman. No por querer volver al pueblo, sino por servir con devoción los intereses de aquellos que neutralizan el enfado, la rabia financiando imágenes de promesa en promesa, utopías mediocres de pasados uniformes que nunca existieron. Pasados que tenemos que mirar desde nuestro ahora, no poniéndonos en el lugar del chaval que éramos entonces.

La nostalgia es la certeza del imbécil.

#Feria #Nostalgia #ideología #política