La piña y el desfiladero

Hipercosas

La desesperación de los pensadores de corte clásico ante los abusos de la tecnología ha terminado, como no podía ser de otra manera,en llorosas elegías del pasado, en recuerdos de chupas de cuero y pianos con cuerdas y sin chips. Las nostalgias han de pasar necesariamente por citas a Heidegger y a Arendt. El lamento por la pérdida de las cosas queda habitualmente acallado por la ruidosa realidad de las cosas, de nuestra relación con ellas y con nuestros cuerpos; plataformas como Instagram o Tik Tok son desesperados intentos de digitalizar lo material. Mientras el filósofo llora, otros muestran cómo la lucha contra los problemas provocados por la tecnología no es una batalla contra las expresiones de la misma en el mundo, sino con la perversa mirada del tótem "esto no puede ser de otra manera". Mientras unos lloran echando de menos lo que no se ha ido, otros nos explican por qué las cosas tienen muchos chips y por qué tu coche tiene un montón de tecnologías que no necesitas. Porque al final, todo es cuestión de codicia.