La piña y el desfiladero

NPC

Incels con olor a chetos. Millonarios imbéciles. Gordos de extrema derecha. Todos ellos buscan sin cesar eufemismos para ejercer su fascismo y poder dar débiles excusas sobre ser cancelados.

NPC

Uno de esos eufemismos me fascina porque es utilizado sin rubor como coartada gamer para justificar el genocidio con una sonrisa. Los NPCs son los personajes no jugables en los videojuegos. Los neofascistas usan ese término para referirse, aparentemente, a personas mediocres que no hacen de su propia vida una aventura emprendedora o antipolítica. En los juegos los NPCs son dummies sin importancia que pueden ser sacrificados de la manera más cruel para conseguir determinados objetivos del juego o simplemente por diversión. Eliminarlos no tiene consecuencias más allá de activar una determinada mecánica. Llamar NPC a alguien en la vida real va más allá de la cosificación. Muestra la incapacidad de los fascistas digitales no ya para comprender que toda vida es valiosa, sino para aceptar que en el mundo real el otro tiene vida más allá de ser objeto de su masturbación, de su violencia o de su aburrimiento. Fingir que no se es un NPC es una nueva forma de ignorar la certeza secreta de que tu vida es bastante más miserable que la de los que te rodean.